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En México, hay determinados sectores que son motores de crecimiento y juegan un papel muy importante para el desarrollo económico y social, tal es el caso del sector del autotransporte, no sólo por ser el puente de acceso a infinidad de oportunidades comerciales, sino porque además facilita el acceso a servicios esenciales y es un elemento integral de la economía moderna.
Adicionalmente, resulta no podemos perder de vista que el sector del autotransporte contribuye en un 6.4% del Producto Interno Bruto (PIB), representa el quinto lugar de las 73 ramas económicas del país, genera una actividad económica de 2 millones de empleos directos de los cuales el 47% está relacionado con el transporte de pasajeros y el 53% con el de carga, asimismo, según el INEGI el 23% corresponde al autotransporte de carga, 19% de pasajeros, 19% aéreo, 6% ferroviario, 2% de agua y el resto corresponde a servicios relacionados con el transporte por ductos y turísticos.
Una vez precisado lo anterior, no podemos soslayar el hecho de que la autoridad de un tiempo para acá ha implementado mecanismos tecnológicos que le han permitido ser más eficiente y oportuna en su labor, teniendo un incremento en la recaudación de impuestos y una mayor presencia fiscal sobre los contribuyentes, en virtud de ello y dado los constantes cambios del marco regulatorio, resulta primordial para los contribuyentes que se enfoquen en implementar controles internos y todas aquellas medidas que consideren necesarias que les permitan garantizar una sana relación tributaria con las autoridades fiscales.
En la actualidad el hablar de cumplimiento de sus obligaciones fiscales, es un verdadero reto profesional, y los contribuyentes del sector de autotransporte no son la excepción, ya que son tantas, pero sobre todo tan confusas que lamentablemente no otorgan certeza jurídica a los particulares, toda vez que ya hemos mencionado la autoridad está cambiando, sus revisiones ya son más estratégicas, ya que ahora están utilizando modelos sustentados en indicadores de riesgos que permiten identificar tendencias y comportamientos de los contribuyentes, analizan la industria y competitividad, conocen los márgenes y razones financieras, comparan criterios cuantitativos y cualitativos, concentrar información que agilice sus procesos, obteniendo de esta forma una mejor perspectiva del panorama general del contribuyente.
Con el ánimo de aportar algunas reflexiones, me permito compartirles a manera de ejemplo algunos retos a los que se enfrentan los contribuyentes del sector del autotransporte que deben tomar en cuenta al momento de tomar las decisiones conducentes:
Deducción inmediata del equipo de transporte
En materia de estímulos fiscales, es importante recordar que en el Artículo Tercero fracción II de las Disposiciones de Vigencia Anual para 2016, continúa vigente para 2018 el estímulo denominado “Deducción inmediata”, sin embargo, una disyuntiva a la que se enfrentan los contribuyentes de este sector y que en ocasiones no se analiza en forma integral, es el relativo a que previo a su aplicación se deben evaluar y medir los efectos de aplicar la deducción inmediata de los camiones, tomando como premisa, aspectos fundamentales entre otros, como son el régimen fiscal, la existencia de otros estímulos como el carretero y el diésel, ya que de aplicar la deducción inmediata pudieran perderse en su totalidad o proporcionalmente los otros estímulos.
Con base en lo mencionado en el párrafo anterior, considero que resultaría provechoso el hecho de que se pudiera determinar por medio de las cúpulas empresariales, si el estímulo fiscal de la deducción inmediata, realmente ha sido un beneficio fiscal para un número importante de contribuyentes del sector.
Facilidades Administrativas
Año con año se han venido publicando las facilidades administrativas para contribuyentes del sector de autotransporte y 2018 no fue la excepción, dichas facilidades fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 29 de Diciembre de 2017, a manera de ejemplo quisiera señalarles un par de cambios de las facilidades de un año a otro:
- El relativo a la deducción de algunos gastos menores, los cuales por los lugares en los que se llevan a cabo resulta difícil la obtención de un comprobante fiscal y el pago se realiza en efectivo, cuyo monto de deducción se está limitando al monto de la utilidad considerando sólo las deducciones por las que no se aplican facilidades y hasta 2017 el monto estaba limitado a los ingresos.
- Otro aspecto es el relativo a la retención del ISR a operadores, cobradores, mecánicos y maestros, al modificar la disposición fiscal el que la retención se realice tomando como referencia el salario base de cotización que sirve para el cálculo de las aportaciones de dichos trabajadores al IMSS, conforme a la normatividad aplicable cuando anteriormente hacía referencia al convenio vigente que se tenía celebrado con el IMSS, aunque dicha disposición sigue sin establecer que sucede si el operador se encuentra obligado a presentar su declaración anual.
Exceso de información y/o reportes para la autoridad fiscal
La información y/o reportes que se tienen que estar presentando ante las autoridades fiscales, año con año se han venido incrementando, aunado al tema tecnológico y a una serie de regulaciones que no necesariamente todas son de carácter fiscal, ha sido otro de los grandes retos a los que se están enfrentando los contribuyentes de este sector.
Como se podrán dar cuenta estos son sólo un ejemplo de los retos fiscales a los que se enfrenta el sector, sin dejar de lado, el que la mayoría de este tipo de contribuyentes no cuenta con la infraestructura adecuada, el incremento que está teniendo el costo de los combustibles, los constantes robos de unidades que se ha traducido además en un aumento en el costo de los seguros.
En opinión de quien suscribe y considerando lo mencionado en los párrafos que anteceden, al ser el sector del autotransporte uno de los principales motores de la economía, si bien es cierto son muchos los retos a los que se enfrentan, no pueden hacer caso omiso al entorno económico y fiscal tan cambiante, por tal motivo para una mejor toma de decisiones, me permito señalar algunos aspectos que deben evaluarse buscando ante todo el crecimiento del negocio, tales como:
- Adoptar acciones preventivas y no correctivas o reactivas
- Identificar contingencias y/o riesgos por la actividad
- Definir y alinear los objetivos de la empresa sin dejar de lado el marco regulatorio
- Apuntalar el crecimiento del negocio, basado en un procesamiento oportuno de la información y en ser más competitivo
- Tener mayor oportunidad en las gestiones sobre nuevos proyectos, buscando mayor rentabilidad
- Asegurar que la tecnología se convierta en un vehículo auxiliar en el cumplimiento de sus obligaciones
- Establecer políticas de retorno de inversión
- Apoyar las estrategias de mercado implementadas por la administración de la empresa
- Incentivar al sector a que ofrezca soluciones integrales, a través del uso de herramientas tecnológicas
Conclusiones
Como mencioné en el artículo, estos son solo algunos de los retos a los que se enfrenta el sector de autotransporte uno de los sectores más importantes en la economía de nuestro país, dado lo que representa y aporta al PIB, por tal motivo considero que si bien es cierto en la parte fiscal hay una falta de claridad e incluso en algunos casos de regulación, hay otra serie de medidas que deben adoptar en el corto y/o mediano plazo siendo uno de los principales desde mi punto de vista el tema tecnológico y de innovación, sobre todo si quieren apuntalar el crecimiento de su negocio, deben estar conscientes de que ya estamos inmersos en una era digital imparable, situación que obliga a destinar más y mejores recursos a plataformas tecnológicas.
También se deben de otorgar mayores incentivos fiscales en el sector, pero sobre todo incentivos que no se contrapongan, que si se aplica uno se pierdan otros, asimismo se debe buscar construir un marco tributario diferente, que no tenga disposiciones tan carentes de certeza jurídica, y sobre todo tan cambiantes ya que eso sólo provoca que no exista una mayor promoción de la de inversión productiva ya sea nacional o extranjera que tanto requiere México, tampoco impulsa la generación de más y mejores empleos, además que de poco o nada ayudan a lograr esquemas de mayor rentabilidad hoy tan demandados por las condiciones de los mercados.
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