Dentro de este artículo:
“La empresa necesita conseguir un equilibrio mediante el recorte del gasto imprudente y no mediante la subida de la carga impositiva”.
Henry Hazlitt, filósofo y economista estadounidense.
“La creación de un presupuesto anual deberá ser una de las prioridades en tu empresa, pues impactará su estrategia durante los próximos años”.
Hace poco vi un reportaje de Animal Político sobre los presupuestos en el gobierno; el tema es más actual que nunca gracias al famoso (¿o tendré que decir, infame?) “gasolinazo”, que desde enero nos pesa cada vez que llenamos el tanque del auto.
En este segmento, el conductor comentaba sobre la tesis del maestro Leonardo González Núñez, “Presupuestos de egresos ficticios: el gasto real del gobierno en la cuenta pública”. En resumen, hablan de las aparentes incongruencias del Gobierno Federal, donde cada otoño los diputados crean un Presupuesto de Egresos para el año siguiente… y cada año, el Ejecutivo hace caso omiso de él y gasta lo que quiere, donde quiere. Analizando las cuentas disponibles (para 2015, pues las de 2016 salen hasta abril), encontraron que esa amenaza inminente de colapso del país completo si no se subía el precio a los combustibles no era cierta, pues en el año mencionado se dio un sobre-gasto de MXN$222 mil millones (MXN$2 mil millones más de lo que se supone ahorrará el gobierno con el ajuste al precio de los hidrocarburos).
Comentaban así que el gobierno deja de ejercer sus presupuestos para áreas importantes y los reasigna a otras, gastando más (mucho más) de lo que le dan para rubros como “Otros”, “Gastos Generales” y “Fideicomisos”; también mencionaron que en los últimos 15 años, se han gastado MXN$3.3 billones de más (esto es, 3.3 seguido de nada menos que 12 ceros), lo que equivale a más del 70% de lo que tiene nuestro país para gastar en un año entero, todo de manera legal pues el presidente puede asignar lo que él crea conveniente para ciertos departamentos, sin necesidad de que haya un ojo vigilante que sepa cuáles, cuánto, dónde o para qué se hacen estas asignaciones.
Todo esto me hizo preguntarme, ¿para qué gasta tantos recursos el gobierno en crear presupuestos que no respeta? ¿Por qué nadie se pone a revisar este problema que nos está costando miles de millones de pesos a los mexicanos cada año? Parecería una historia de terror, pero nosotros como empresarios estamos libres de estos problemas de de fugas de capitales y sobre-presupuestos… ¿verdad?
Estimado amigo empresario, creo que no es necesario que te diga que la respuesta a la frase anterior es un rotundo No. En la iniciativa privada no estamos exentos a gastar de manera menos que eficiente, no respetar los presupuestos que hicimos al inicio de cada año o no monitorear el actuar de nuestras empresas familiares. Claro, las cantidades de las que hablamos son mucho menores que las que te menciono arriba, pero ¿no deberían escandalizarnos igual?
En esta época de apretarnos el cinturón, debemos ser muy cuidadosos en la administración de nuestro capital, y éste es el mejor momento para hacer más eficiente el uso de nuestros presupuestos y tener un mejor control de nuestra empresa familiar.
Demos el ejemplo
Las empresas familiares constituyen más del 90% de las compañías existentes en nuestro país; sin embargo, sólo un tercio de ellas pasará a la segunda generación, y sólo el 10% logrará pasar a la tercera. Aunque gran parte de la culpa la tienen los problemas meramente familiares (como los de sucesión, entre otros), la administración de las finanzas también es vital para la supervivencia de la compañía.
La creación de un presupuesto anual deberá ser una de las prioridades en tu empresa, pues impactará su estrategia durante los próximos años. Tal vez pienses: “Nosotros no necesitamos un presupuesto, con que vendamos mucho estaremos bien”.
Pero ¿así cómo podrás hacer proyecciones para el futuro? Y más importante, ¿cómo sabrás qué áreas de la compañía no están rindiendo como deberían y necesitan depurarse? Es posible que la empresa familiar esté generando más ganancias de las que tú te imaginas, pero que las fugas (pequeñas o grandes) impacten en tus finanzas de manera negativa.
¡A trabajar!
Según Claudia Ludlow, directora de Proyectos de Angel Ventures Mexico, el presupuesto te permitirá medir la capacidad de crecimiento de tu empresa, cómo asignar los recursos con los que cuentas y saber si necesitarás buscar más capital para tus proyectos.
Yo le agregaría un punto muy importante, pero que muchas veces pasamos por alto: el presupuesto te permitirá detectar si hay algún elemento en tu empresa (sea un familiar o no) que no está cumpliendo con su labor o incluso está aprovechándose de tu confianza para su beneficio personal.
Al inicio de tu año fiscal, te recomiendo crear un presupuesto para tu empresa familiar que incluya tres sencillos pasos:
- Sus metas de ingresos. Incluye aquí cuántas ventas deben realizar para cubrir la cuota determinada.
- Sus cálculos de costos. ¿Cuánto dinero necesitas para crear cada producto o dar cada servicio? ¿Y para su comercialización y entrega? ¿Ya consideraste los gastos administrativos, de sueldos, etc.? ¿De dónde obtendrá la compañía este dinero?
- Las ganancias (o pérdidas) que esperas obtener en dicho año. Recuerda que siempre habrá tiempos de “vacas gordas” y “vacas flacas”, el presupuesto te permitirá detectarlos para ahorrar en los primeros y enfrentar los segundos.
Cuando tengas estos datos, será más fácil prever cómo le irá a tu empresa durante el año y saber en qué momento alcanzarás el punto de equilibrio (donde los ingresos alcancen para cubrir los gastos) y a partir de cuándo la empresa estaría generando una ganancia. Si en algunos meses detectas que esta previsión no está cumpliéndose, será tiempo de revisar en qué área se encuentra la fuga de capital y poder corregirlo a tiempo.
Todos deben cooperar
Sé que hablar de dinero es un tema un tanto escabroso cuando la familia está de por medio. Las emergencias suceden, y es posible que alguno de nuestros familiares llegue a necesitar una mano, ya sea con el pago de la renta, alguna deuda, un problema médico o incluso una vacación.
Sin embargo, la empresa es el medio de subsistencia de todos, y debe ser un espacio donde todos los participantes, sean directivos, intermedios o puestos básicos, y sean parientes o no, trabajen de manera equitativa y busquen un bien común; crear una meta hacia la que nos dirigiremos juntos podría ser la manera de lograr que la compañía prospere, y respetar el presupuesto, teniendo cuentas claras de cuánto se invierte en cada área, cuáles son los gastos en los que incurrimos y dónde se puede ahorrar para reinvertir en áreas más importantes, nos podrá ampliar el panorama hacia los años venideros.
Finalmente, parecería de más mencionarlo, pero es increíble las veces que hacemos planes que finalmente no respetamos. Si creaste un presupuesto, ¡apégate a él! Siempre habrá espacio para hacerle ajustes, pero ten en mente que este plan es sólo el inicio de un ejercicio que te ayudará a que tu empresa familiar siga vigente.
Si esto implica sacrificios, hagámoslo con el futuro de la compañía (y de la familia) en nuestra mente, ¡es posible lograrlo!
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