En plena carrera hacia la consolidación de la denominada era de la información o era digital, observamos como aquellas rutinas que se realizaban de forma manual, hoy se realizan por computadoras, con aparente precisión y velocidad que a más de alguno le genera temor.
Nuestras instituciones gubernamentales no se quedan atrás de esta situación.
¿Qué hace la Secretaria de Hacienda y Crédito Público para adaptarse a estos tiempos modernos y aprovechar las facilidades que dan las computadoras? ¿Será acaso que ellos también implementan las “soluciones en la nube”?
Trataré de responder a estas preguntas desde mi punto de vista, un profesional en el área de desarrollo de sistemas.
La SHCP se encuentra en un proceso de maduración de su producto “estelar” la facturación electrónica, cuyo objetivo es tratar de pasar de los datos, hacia la información, para en un futuro llegar al conocimiento; estamos pasando de tener facturas, a tener facturas ordenadas para en un futuro predecir el comportamiento de consumo de todos los habitantes de México.
Posiblemente a más de uno haya sorprendido esta frase e inclusive asustado un poco, pero si abordamos esta situación lo más objetivo posible podremos encontrar varios puntos de vista, desde teorías de la conspiración, hasta las teorías extremadamente positivas.
Este proceso no es una tarea sencilla, simplemente imaginen escalar aquellos sistemas que han implementado en sus lugares de trabajo para que puedan soportar en un escenario tope a 30 millones de mexicanos de forma simultánea. Suena complicado ¿no?. A esto hay que añadirle un mal que por desgracia afecta a nuestro país, LA CORRUPCIÓN.
Vamos abordando esta situación por partes:
Es sumamente complicado, por no decir imposible implementar un sistema computacional, pasando por la resistencia al cambio, hasta cubrir las necesidades de todos los usuarios, es por ello que el Servicio de Administración Tributaria SAT obligó a la implementación de la versión CFDI 3.2. Con ello se cumplió el primer objetivo, generar los datos.
¿Por qué el SAT no licitó un software que cumpliera con todas las expectativas para ser implementado desde el día uno?
Un experto en el área de sistemas tiene claro que un software no puede salir a producción (al usuario final), sin haber pasado por rigurosas pruebas de control de calidad y que esta etapa en el desarrollo de software es tardada, y que una versión de software nunca será la versión final.
Es por ello que usted recibe actualizaciones constantes (aproximadamente cada 2 semanas) de cada una de sus aplicaciones en su Smartphone.
El que provee el servicio (SAT) no sabe las necesidades del usuario final (Contribuyente), y el usuario final simplemente no sabe que quiere hasta que no lo usa, que mejor manera de entender al mercado que teniendo 30 millones de contribuyentes haciendo pruebas con datos reales a un sistema, el costo de este proceso si se asignará a una empresa sería altísimo. Que mejor que los contribuyentes lo hagan de forma “voluntaria” y gratuita.
Regresando a la evolución en la implementación de la fiscalización digital, nos encontramos que el paso 2 fue tratar de estandarizar esta situación de forma global y se lanzó el CFDI 3.3 mediante catálogos de producto ¿Por qué es importante que un software se encuentre estandarizado? La respuesta es simple, sin estandarización la comunicación, y los reportes son variados por lo que empezar a predecir comportamientos es muy complicado.
Un pequeño ejemplo es en la forma de pago, para un sistema computacional no es lo mismo “T de Crédito”, “Tarjeta de Crédito”, “T de C”, “Tarjeta Crédito” solo por citar algunos ejemplos, es de suma importancia que todos los usuarios introduzcan de una forma estandarizada sus entradas al sistema. Aquí se avanza en cumplir el segundo objetivo, obtener información.
En un futuro no muy lejano, posiblemente antes del 2020, el SAT con todos estos datos convertidos en información, podrá cumplir el tercer objetivo, generar conocimiento, ¿Qué es esto? Aplicar las tecnologías de información y hacer cálculos predictivos y saber cuántas veces utilizaras tus tarjetas de crédito, cuáles serán los restaurantes que más visitarás. Y aquí entra un elemento súper importante LA ÉTICA.
En el mejor de los escenarios ¿qué podrá hacer el gobierno con los hábitos de consumo de cada uno de los contribuyentes?. En el peor de los escenarios ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar el mercado negro por los hábitos de consumo de un país?
¿Qué podrían hacer unas malas manos con esa información?
Lamentablemente el espacio destinado a esta entrada se ha terminado, me despido con la frase de Craig Mundie – Senior Advisor to Microsoft CEO
“Los datos se están convirtiendo en la nueva materia prima de los negocios.”
Craig Mundie
Contenido relacionado