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Durante las últimas décadas el concepto de intangibles ha adquirido una notable relevancia en términos económicos; este concepto está ligado a lo que se ha denominado “economía del conocimiento” o “economía del cambio” para destacar el papel que han venido a jugar los cambios en materia tecnológica en donde las redes sociales, los flujos de información y la innovación ha tenido un fuerte impacto sobre la economía, sobre la sociedad y en general sobre las organizaciones del mundo empresarial y gubernamental.
Bajo la consideración económica de que toda acción en este campo está orientada a satisfacer necesidades, se ha planteado que los cambios en las necesidades de los individuos o de la sociedad, “en estos momentos están determinados por tres fuerzas: conectividad, velocidad y crecimiento del valor de los intangibles” (Maljen, et. al. 2010).
Esta situación de grandes cambios en lo económico, social y en lo político también se ha reflejado en cambios en la correlación de fuerzas entre diversos agentes económicos y sociales, en donde nuevos participantes, especialmente empresas emergentes en el campo de la tecnología, con poca inversión hacen frente a los grandes gigantes mermando con ello su poder sobre el mercado y todo gracias al desarrollo de intangibles valiosos.
Estos cambios en el poder se han derivado de los que Moises Naim (2014) ha denominado la revolución del “más”, la revolución de la “mentalidad” y la revolución de la “movilidad”.
Valor de los intangibles
Para ilustrar los cambios en el valor de los intangibles a continuación se presentan los resultados del estudio que lleva a cabo la empresa Ocean Tomo.
Evolución del valor de los intangibles en las empresas del Índice S&P 500

El valor de los intangibles está determinado por la diferencia entre el valor de mercado de las empresas y su valor en libros. Numerosos trabajos se han desarrollado en relación a los intangibles y la determinación de su valor; asimismo, también hay mucho trabajo alrededor de su categorización.
Para esto último, primeramente, es necesario identificar a los intangibles como bienes; es decir, bienes intangibles los cuales los podemos subdividir en activos intangibles y recursos intangibles. Esta primera categorización facilita el camino para el reconocimiento y valoración de los intangibles de una empresa.
Los bienes intangibles de una empresa (activos y recursos) se han venido a denominar como “capital intelectual”. En los últimos años la clasificación más utilizada de capital intelectual es la que lo divide en humano, organizacional y relacional (Majlen, et.al. 2010).
Categorías del capital intelectual

Se considera que el capital intelectual de una empresa en la principal fuente de generación de valor y del desarrollo de ventajas competitivas sostenibles. Una empresa comienza a generar valor una vez que el rendimiento sobre su capital invertido es superior a su costo de capital.
Es importante destacar que el hecho de que parte del capital intelectual no se pueda cuantificar no significa que no se pueda medir.
Tomando en consideración la primera categorización realizada, el capital intelectual cuantificable también se puede clasificar como los activos intangibles y el capital intelectual no cuantificables como los recursos intangibles.
NIF C-8 “Activos Intangibles”
La consideración de los activos intangibles como los bienes intangibles cuantificables, para su reconocimiento y valoración es necesario remitirse a lo que establece la NIF C-8 “Activos Intangibles, de las Normas de Información Financieras que rigen para México.
Esta norma establece como definición de los activos intangibles, la siguiente:
Son aquellos activos no monetarios identificables, sin sustancia física, que generarán beneficios económicos futuros controlados por la entidad. Existen dos características principales de los activos intangibles.
I. Representan costos que se incurren o derechos o privilegios que se adquieren, con la intención de que aporten beneficios económicos específicos a las operaciones de la entidad durante periodos que se extienden más allá de aquél en que fueron incurridos o adquiridos. Los beneficios que aportan son en el sentido de permitir que esas operaciones reduzcan costos o aumenten los ingresos futuros; y
II. Los beneficios futuros que la entidad espera obtener se encuentran frecuentemente representados, en el presente, en forma intangible mediante un bien de naturaleza incorpórea, es decir, que no tiene una estructura material ni aportan una contribución física a la producción u operación de la entidad. El hecho de que carezcan de características físicas no impide que se les pueda considerar como activos válidos, ya que su característica de activos se las da su significado económico, más que su existencia material específica.
Elementos distintivos en la definición de un activo intangible
De acuerdo con esta norma, los elementos distintivos en la definición de un activo intangible, ya sea generado internamente o adquirido son:
- Debe ser identificable
- Es separable
- Surge de derechos contractuales o legales
- Debe carecer de sustancia física
- Debe proporcionar beneficios económicos futuros fundadamente esperados, y
- Debe tenerse control sobre dichos beneficios
En los últimos años se ha desarrollado múltiples trabajos en relación a la gestión y valuación de los intangibles con el propósito de medir los que se denomina el “capital intelectual”.
Métodos de valuación
El resultado es el desarrollo de diversos métodos y modelos de valuación (financieros y no financieros); en cuanto a los métodos, cabe destacar los siguientes:

Modelos financieros
Los modelos financieros más importantes son los siguientes:

Modelos no financieros
En cuanto a los modelos no financieros destacan los siguientes:

De los métodos de valuación los más utilizados actualmente son el método de capitalización de mercado (Market Capitalization Methods), el método de Scorecard y el método del cálculo de ahorro de regalías.
Modelos financieros
En lo que se refiere a los modelos financieros cabe destacar al Market to Book Value (Valor Mercado – Libros) y el EVA (Economic Value Added); dichos modelos son complementarios ya que su aplicación permite llegar al mismo resultado en cuanto a la determinación del valor de las acciones y del valor global de los intangibles además de que el EVA permite establecer si la empresa está o no generando valor.
Motivos para llevar a cabo la valoración financiera
Los principales motivos para llevar a cabo la valoración financiera de los intangibles son los siguientes:
- Ayudar a formular la estrategia.
- Valorar el éxito en la implantación de la estrategia.
- Contables, fiscales, litigios/disputas.
- Ayudar en la toma de decisiones de expansión y diversificación.
- Comunicar el valor de los recursos de los que dispone la empresa a los grupos de interés.
Modelos no financieros
En cuanto a los modelos no financieros el más popular es el Balance Scorecard (Cuadro de Mando Integral) en tanto aporta una visión integral de la organización a efectos de medición y de gestión estratégica, y contempla a la empresa desde cuatro perspectivas: financiera, clientes, procesos internos y aprendizaje y crecimiento.
Es importante destacar que todos los modelos no financieros han contribuido a establecer una base metodológica para la medición de los intangibles, particularmente los modelos Meritum e Intellectus.
Medición de los recursos intangibles
Los principales motivos para llevar a cabo una medición de los recursos intangibles son los siguientes:
- Gestión integral de la empresa.
- Planificación estratégica.
- Distribución de recursos.
- Transacciones corporativas.
- Usar el valor de los intangibles como referencia en el establecimiento de sistemas de remuneración e incentivos.
Hay otro campo de acción que es necesario considerar en relación a la valuación de intangibles y es el de Precios de Transferencia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha ampliado las directrices en materia de precios de transferencia sobre el tema de las operaciones entre partes relacionadas de un mismo grupo empresarial que involucren a activos intangibles como patentes, marcas comerciales, nombres comerciales, diseños o modelos, así como derechos de autor, derechos de trabajo literario, científico y artístico (incluyendo software) y propiedad intelectual como conocimiento especializado y secretos comerciales.
También puede incluir listas de clientes, canales de distribución, nombres únicos, símbolos o imágenes (OECD, 2017. Párr. 9.55).
Las directrices de precios de transferencia de la OCDE realizan una consideración en materia de activos intangibles en tres de sus capítulos: VI. Consideraciones Especiales para la Propiedad Intelectual; VIII. Acuerdos de contribución de costos (ACC’s) y IX. Aspectos de Precios de Transferencia en la Reestructuración de Negocios.
En las directrices se reconoce la complejidad que representa el tratamiento de la propiedad intangible:
“dependiendo de los hechos y circunstancias, existe una variedad de pasos que las empresas independientes pudieran realizar para lidiar con la gran incertidumbre que existe al realizar valuaciones ara determinar el precio para una transacción. Una posibilidad es utilizar los beneficios anticipados (considerando todos los factores económicos relevantes) como un medio para establecer el precio anticipado de la transacción”
(OECD, 2017. Párr. 6.182).
“Las transferencias de activos intangibles dan origen a preguntas difíciles sobre la identificación de los activos transferidos y su valuación. La identificación puede ser difícil porque no todos los activos intangibles valiosos están legalmente protegidos y registrados y no todos los activos intangibles valiosos están registrados en la contabilidad de las empresas”
(OECD, 2017. Párr. 9.55).
Bibliografía Meljem Enriquez de Rivera, Sylvia; Revah Meyohas, Benito; Cruz Alvarado, Yaneli; Romero Fraga, Nayeli; Salazar Tapia, José y Ramos, Hans (2010). Valuación y reconocimiento de activos intangibles. Un enfoque estratégico. México: IMEF, PWC e ITAM. Meljem Enriquez, Sylvia; Alcalá Canto, M. Iztchel (s/f). Herramientas para la administración y valuación del capital intelectual. Departamento Académico de Contabilidad. Instituto Tecnológico Autónomo de México. Naím, Moisés (2014). El fin del poder. México: Editorial Debate. Sarmiento S., Guillermo (2011). Análisis de los intangibles como recursos estratégicos en las administraciones públicas. Recuperado en hera.ugr.es/tesisugr/20014740.pdf. OECD (2017). OECD Transfer Pricing Guidelines for Multinational Enterprises and Tax Administration 2017. Publishing, Paris.
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