Este artículo se genera de una reflexión trivial, más que constituir un juicio sobre el tema de la depreciación de activos, presenta dudas propias acerca de los argumentos que respaldan su registro contable en el sector público, la utilidad que aportan a la información y la relevancia en la toma de decisiones, en referencia con la ventaja que tiene en el sector privado, dentro del ramo comercial, productivo o de servicios. Por lo dicho, entonces, puede ser que a juicio de los lectores que consideren elementales las justificaciones del registro contable de la depreciación en los entes públicos, yo no debería tener las dudas que expongo sobre el tema que nos ocupa, por lo cual espero su dispensa.